Todos los fabricantes necesitan un ERP por al menos 5 buenas razones I

Mejorar la productividad

Si su fábrica o taller no está sincronizado, no tardarán en surgir problemas: lentitud de respuesta a cambios repentinos o importantes en el mercado, problemas operativos que reducen la productividad y la rentabilidad, etc.

No hay mejor forma de aumentar la productividad de su empresa que con un sistema de planificación de recursos empresariales (ERP). ERP es la herramienta perfecta para optimizar sus operaciones consolidando sus datos y procesos en un único sistema. Merece la pena el esfuerzo: procesos financieros y operativos más ágiles, programación y horarios más ajustados, reducción de las tasas de error, producción de datos en tiempo real, comunicación rápida y clara en toda la empresa, y mucho más.

El éxito de su empresa depende de que los departamentos de gestión y operaciones colaboren estrechamente para optimizar las operaciones. Encontrar los medios para lograr esta eficiencia lleva tiempo. De ahí la utilidad de los modernos sistemas ERP diseñados específicamente para un sector. Estas herramientas proporcionan un acceso inigualable a los datos y, naturalmente, facilitan la colaboración dentro de la empresa.

Un sistema ERP bien elegido acelera la coordinación y la comunicación entre todos gracias a una interfaz unificada de acceso sencillo y universal (por supuesto, hay que conceder los derechos de acceso adecuados). Al hacer que sus datos sean accesibles a quienes los necesitan, su empresa ahorra tiempo y reduce costes. Más concretamente, una visión general de las operaciones acelera la búsqueda y el despliegue de las mejoras deseadas, y elimina la redundancia.

Automatizar los procesos empresariales

El ERP proporciona a los fabricantes datos en tiempo real en un único lugar, allanando el camino para la automatización y optimización de todos los procesos empresariales.

Para los fabricantes, el ERP es la forma más sencilla de acometer la automatización de los procesos clave de fabricación. Esto ahorra tiempo, reduce costes y libera al personal de tareas y actividades que le distraen de lo esencial. En el pasado, los fabricantes dependían de la programación y los calendarios en papel que ellos mismos elaboraban manualmente. Hoy, con la evolución de la ERP y la llegada de los datos en tiempo real, la programación y los horarios son más fiables y precisos. Esto se debe a que son producidos directamente por el ERP, lo que reduce el riesgo de errores, acelera las operaciones y aumenta la rentabilidad. El ERP moderno, con sus funciones de supervisión y asignación de trabajo humano, garantiza una productividad óptima sin apenas supervisión ni intervención humana.

Pero hay más: el ERP puede, por ejemplo, «predecir» que se va a solicitar una orden de compra y producirla automáticamente; saber cuándo y cómo comprar y gestionar las materias primas; y mejorar la gestión de la cadena de suministro clasificando y automatizando el flujo de información entre proveedores, fabricantes y distribuidores.

La automatización avanzada es uno de los puntos fuertes de los sistemas ERP modernos, puntualiza Galdón Software, especialistas en software distribución. Al agilizar los procesos, automatizar las tareas que consumen tiempo y acelerar la toma de decisiones, estos sistemas mejoran la experiencia del cliente y aumentan la rentabilidad. Como resultado, los fabricantes están mejor equipados que nunca para implementar nuevas tecnologías de automatización como IIoT (CHANGE THE LINK) y superar así a sus competidores. En pocas palabras, los modernos sistemas ERP basados en la nube están subiendo el listón de la automatización al simplificar la recopilación de datos y la acción automatizada que permiten.